Impolítico

Lo impolítico como una mirada, un des-enfoque que surge desde la diferencia en la diferencia, que excava hasta el borramiento de la división, o unión del autocontrol de lo político.

No supone dualidades ni dialécticas, no busca sistemas cerrados y/o continuos.

Lo impolítico se puede considerar como un horizonte categorial que no responde a las distinciones disciplinares propias de la modernidad. 

La perspectiva impolítica, como la refracción de lo imposible, lo que no es, pero tampoco podrá ser. 

Como borramiento intensifica el límite diferencial por lo que no es ni contrapolítica, ni apolítica y mucho menos antipolítica. Para lo impolítico la política es la realidad, en un desplazamiento hacia lo ontológico, de esta manera se retira de sus bases y por ende del fundamento fundador, en una deconstrucción profunda e interna que Esposito la considera como una “autoproblematización”. Sin teleologías, ni escatologías de lo político por su comprensión categorial de la modernidad. Con todo esto, critica la crisis final de la modernidad en donde la sucesión -progreso y continuidad- que provoca una disrupción (dyabolon) de su origen, a una posible unidad a la que es irreductible.